Peneda-Gêres, lugares imprescindibles

Esta pequeña localidad Transmontana se distingue por su naturaleza deslumbrante, abarcando en su territorio parte del Parque Nacional Peneda Gerês, con muchos puntos de interés y atracciones turísticas para visitar. El pueblo está dominado por el castillo construido en el s.XIII sobre los restos de una fortificación más antigua, lo que demuestra la importancia de este lugar como punto estratégico de defensa del territorio. No es de extrañar que Montalegre atraiga a miles de turistas que vienen aquí para probar productos regionales en su feria de humo, divertirse en sus festividades todos los viernes 13 o buscar la cura de «ciertas enfermedades» en el congreso de medicina tradicional de Vilar de Perdizes.

Tras cruzar el embalse de Salas, nos envuelven los desolados paisajes del planalto de la Serra do Pisco. Una apiñada agrupación de casas de piedra con tejados de tejas, huertos de cultivo y un paisaje de penedos graníticos al fondo. El origen de la fundación de esta aldea está relacionado con el Monasterio de Santa Maria das Junias y data de entre los siglos IX y XI. En ella aún es posible observar las típicas Choupanas, una especie de cabañas cubiertas con techos de paja. De su patrimonio cultural destacan la iglesia y las ruinas del Monasterio de Santa Maria das Junias, en las cuales aún se conserva un portal románico. En los alrededores de Pitões da Junias existe una cascada natural de gran belleza. Un camino adoquinado en descenso conduce a unas escaleras de madera que finalizan en un mirador frente a la cascada de Pitoes das Junias.

Este templo ofrece unas impresionantes vistas panorámicas sobre la Serra do Gerês.
Este templo es uno de los principales lugares de afluencia de visitantes en el Parque Nacional da Peneda Gerês.
Según la tradición, esta ermita poseía un alpendre, como suele ser habitual en le mayoría de las capelas en lo alto de los montes, y sus puertas se encontraban siempre abiertas, ofreciendo abrigo a quien pasaba. Hecho este que terminaría convertido en apellido del santuario.
En su interior se encuentra un retablo cubierto de oro y paneles de azulejos pintados por Querubim Lapa, que retratan artísticamente los episodios de la vida de São Bento.
Las principales peregrinaciones tienen lugar en los meses de Marzo, Julio y Agosto.

Destacan su iglesia románica y los restos del impresionante Castelo que se eleva en un castro a unos cientos de metros del centro urbano.
La zona está cargada de historia y puentes de la época romana, pero quizás el puente más conocido es el de Cavada Velha,​ también denominado ponte da Cava da Velha,​ es un puente romano situado sobre el río Castro Laboreiro, localizado en las proximidades de inverneira de Assureira, 3 km al sur de la villa.
La construcción del puente data probablemente del Siglo I. Alrededor del siglo XIII recibe nuevo enlosado​ y en 1986 es clasificado como Monumento Nacional de Portugal por el IGESPAR.
Qué NO Perderse

• El Castillo de Castro Laboreiro
• Puente Romano, sobre el río Laboreiro
• Puente Viejo (Ponte Vello) sobre el río Laboreiro
• Iglesia Matriz de Castro Laboreiro
• El río Laboreiro, afluentes y cascadas
• Cascadas ("Fervenzas", en gallego y portugués), en el río Laboreirol

En el punto más alto del pueblo y dominando el valle entre grandes rocas, está uno de los conjuntos de hórreos más bonitos que he visto, aquí los llaman "espigueiros"; se trata de un conjunto de 24 hórreos construidos en piedra que datan de los s. XVIII y XIX, donde los vecinos guardaban los cereales al resguardo de los animales. En todos ellos, su tejado remata en cruces que representan protección divina según la tradición.
Sus calles de piedra, con pequeñas casas construidas con bloques de granito, guían al visitante hacia la plaza donde se alza el singular “pelourinho”, Monumento Nacional desde 1910. Una simpática cara antropomórfica integrada, coronada con un triángulo en lo alto, recordando un sombrero de tres picos, nos da la bienvenida a esta aldea, donde el visitante encontrará una atmósfera relajada y muy acogedora.

Viana do Castelo es una de las ciudades más bonitas del norte de Portugal. Su participación en los Descubrimientos portugueses y, más tarde, en la pesca del bacalao, manifiestan su tradicional unión con el mar.
Desde el monte de Santa Luzia puede observarse la privilegiada situación geográfica de la ciudad, junto al mar y a la desembocadura del río Lima. Esta vista deslumbrante y el Templo del Sagrado Corazón de Jesús, construcción historicista de Ventura Terra, de 1898, pueden servir de punto de partida para visitar la ciudad.
En los alrededores de la ciudad podemos dar un paseo por la vía ciclista litoral o fluvial, o por uno de los muchos senderos señalizados, así como practicar surf, windsurf o kitesurf y bodyboard en playas de arena fina y dorada. Y también hacer jet-ski, vela, remo o piragüismo en el río Lima
Qué NO DEBES perderte

• Puente de Gustave Eiffel
• Plaza de la libertad
• Centro cultural de Eduardo Souto Moura
• Santa Luzia
• Casa Verde (Av. Dos Combatentes da Grande Guerra, 70)
• Universo Encantado, para legomaniacos
• La más coqueta calle Manuel Espregueira
• El Gil Eannes - barco hospital construido aquí en 1955 para socorrer a los bacaladeros
• Tasquinha da Linda, donde sirven unos rissois —una especie de croqueta— exquisitos, pulpo, percebes a precios portugueses
• Museo del Traje (plaza de la República, 58)
• Museo Artes Decorativas (Largo de São Domingos, 4900-330)
• Casa noble Costa Barros(São Pedro, 22-28)
• Catedral (Largo Instituto Histórico do Minho, 9)
• iglesia del convento de Santa Ana
• La merienda obligada es en Manuel Natário (R. Manuel Espregueira, 37), con la mejor Bola de Berlim
• Para degustar el mejor jesuita en pastelería Dantas
• Para cenar es la Casa de Pasto Maria de Perre, todo bueno y a buen precio
• Casa Manuel Espregueira e Oliveira, un palacio del XIX donde dormir con vistas al mar