Castillos del Rhin

Hoy, el marco natural que la rodea y la ciudad en sí misma, forman parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad.
No es muy conocida por el público español, pero es una punto de partida perfecto para explorar el Rin Romántico (Castillos del Rin), un tramo del río Rin espectacular! El Rin Romántico empieza (o acaba) en Koblenz.

El palacio de los Príncipes Electores es uno de los ejemplos más importantes de las primeras grandes casas neoclásicas francesas en el suroeste de Alemania, y con el palacio de Wilhelmshöhe, en Kassel, el palacio del Príncipe Obispo, en Münster, y el palacio de Ludwigsburg, uno de los últimos palacios construidos en Alemania antes de la Revolución Francesa.

Sólo el rey Federico Guillermo IV la hizo reconstruir a partir de 1836 según los diseños de Karl Friedrich Schinkel. Desde el espectacular castillo de Stolzenfels, la elegante residencia estival de un rey prusiano sobre una colina, te deleitarás con una panorámica del valle del Rin.

Está en la parte en la que el rio hace su giro más brusco de todo su curso, formando una herradura.

Tras entrar por la puerta de madera de la torre del reloj, podrás recorrer los senderos de piedra que atraviesan las ruinas, un laberinto de casamatas, patios y túneles. También se puede ver el interior de las antiguas salas de banquetes, los aposentos y los salones de entretenimiento. Su enorme bodega abovedada te hará sentir minúsculo.

Se encuentra ubicado en el centro del estado, en la región de Hunsrück, entre los ríos: Mosela al norte, Nahe al sur, y Rin al este.

Fuente: Wikipedia

Esta área fue colonizada originalmente por los celtas y conocida como Baccaracus o Baccaracum . Este nombre hace referencia a Baco , el dios del vino. Y, de hecho, la zona ha sido conocida por su vino desde que existe.

Un albergue juvenil se encuentra en el castillo, que es ideal para excursiones en la zona. En el pueblo de Bacherach hay otros edificios conservados, por ejemplo, la antigua muralla de la ciudad con 9 torres conservadas. Casas de entramado de madera de los siglos XIV al XIX completan el antiguo y hermoso paisaje urbano.

Se construyó en el siglo XIII, para posteriormente por culpa de las guerras quedar completamente destruído en el s. XVII. No fue hasta el s.XIX cuando volvió a recuperar todo su esplendor, gracias a que Federico de Prusia lo convirtió en su residencia de verano.

Puede ser una buena oportunidad para visitar la ciudad y cruzar el río Nahe por uno de los puentes más antiguos de Alemania, el Drusus. El puente original de piedra fue construido por los romanos en el año 70 d. C. y, posteriormente, fue destruido y reconstruido en diversas ocasiones.

El pintoresco casco antiguo en las inmediaciones de la Catedral de Maguncia o Catedral de San Martin (Martinsdom), de arquitectura románica, invita a deambular por sus estrechas y sinuosas callejuelas.

La grandeza del castillo medieval en las proximidades con el romanticismo de entramado de madera y una avenida de edificios de hotel de estuco de principios de siglo atraen a los amantes del vino de todo el mundo a Rüdesheim año tras año.

La famosa Drosselgasse tiene reputación internacional. Cada año, más de 3 millones de visitantes se agolpan en este callejón, donde la felicidad renana, el vino, la música y la danza se ofrecen casi las veinticuatro horas del día.

Los muros, de más de dos metros de espesor, ofrecían resistencia a cualquier ataque. El duque de Longueville solo pudo destruir la parte sureste en 1640.

Visita Museo Landmuseum Ransel y Museo Robert Struppmann y aprovecha para explorar todo lo que te ofrece Lorch.

En Kaub, también se conserva la correspondencia de peajes del siglo XVI.

Este antiguo fuerte, famoso por su pintoresca ubicación, tiene una torre del homenaje pentagonal construida entre 1326 y 1327 por el emperador Luis IV de Baviera.

Tiene una magnífica vista al río Rin, el río más largo de Alemania que serpentea entre viñas y castillos a su paso por esta hermosa región. Los pueblos medievales de sus riberas han preservado un rico legado de la época de la época en que el Rin era la principal vía de comunicación con el mar del norte. El castillo de Katz se diseñó originalmente para proteger (junto al castillo de Rheinfels) la ciudad de Sankt Goar, que pertenecía a la familia Katzenelnbogen.

Cuando el Rhin forma una sinuosa curva, la roca Loreley aparece ante la vista de los viajeros, con sus majestuosos 130 metros de altura, dominando este valle repleto de castillos. Sus paredes verticales de piedra y los árboles que abarrotan sus laderas acaparan las miradas de los viajeros que surcan el Rhin.

Según las leyendas, en otros tiempos una sirena solía sentarse en lo más alto de la roca y atraía a los barcos que navegaban por el río con sus cantos y susurros. Los marinos, embelesados, se dejaban llevar hasta las puntiagudas rocas de la base de la montaña, donde naufragaban y a menudo perdían la vida mientras la sirena sonreía apáticamente, peinando su larga cabellera rubia.

El Marksburg es el único castillo en el Medio Rin que escapó de la destrucción o la ruina. El castillo tuvo algunas adiciones en los siglos XVII y XVIII, pero mantiene su carácter medieval.

Sube al teleférico y disfruta de las vistas durante el trayecto hasta la fortaleza de Ehrenbreitstein, Actualmente, el bastión es una parada muy popular de los viajes a Coblenza por su impresionante mirador situado a unos 120 metros sobre la confluencia de los ríos Rin y Mosela. Durante el trayecto de subida en teleférico a la cima de la colina donde se asienta la fortaleza, disfrutarás de unas vistas espectaculares del paisaje del Valle Superior del Medio Rin.

El géiser fue en realidad el resultado de una expedición de perforación en 1903 para extraer dióxido de carbono del agua mineral. El géiser se alimenta de un pozo artesiano y se convirtió en una conocida atracción turística en 2006 dentro del Geoparque Vulkanland Eifel. Cada dos horas, el Andernach entra en erupción, lanzando agua al aire a unos 200 pies (60-80 metros).

Este castillo, construido sobre un espolón de roca a 70 metros sobre el río, ha pertenecido siempre a la misma familia y posee una historia muy rica.

A diferencia de otros castillos como el de Neuschwanstein, el Burg Eltz no se construyó como fruto de los ideales románticos de finales del siglo XIX sino como un verdadero castillo medieval de piedra y madera que sirvió como hogar y fortificación defensiva para una importante familia.